miércoles, 18 de junio de 2008

SOBRE RUEDAS EN FOTOS





OBRA DE TEATRO REALIZADA, EN LA SALA GALAN DEL TEATRO MITRE DE JUJUY, POR ALUMNOS DEL CUARTO AÑO DEL T.A.P. DE LA ESCUELA.
Información para funciones en Escuelas:
tel: 0388-154322109

jueves, 12 de junio de 2008

CARRERAS Y TALLERES QUE OFRECE LA ESCUELA

ESCUELA PROVINCIAL DE TEATRO “TITO GUERRA”
-perteneciente al ISA, (Instituto Superior de Arte)-

Avenida Urquiza esquina Puente Otero
San Salvador de Jujuy- Jujuy.

Una propuesta desde el arte para la formación
de seres libres, creativos y transformadores.
En acción desde 1.999...

OFRECE


CARRERA
Nivel Superior: Tecnicatura Superior de Teatro
con orientación en Actuación
3 años de duración

Nivel Medio : Tecnicatura Nivel Básico
Técnico Actor - Actriz
4 años de duración - a partir de los 12 años
paralelo al secundario o Polimodal
EXTENSIÓN:
A – FORMACIÓN
NIÑOS
Nivel de Formación Temprana
NIVEL I de 6 a 7 años
NIVEL II de 8 a 9 años
NIVEL III de 10 a 11 años

ADULTOS
Talleres de teatro para Adultos
Cursos de Capacitación docente
Taller de Danza-Teatro
Taller de integral para niños

B - PRODUCCIÓN

Producciones de Teatro Callejero - MURGA
Producciones de Teatro
Producciones Artísticas Integradas
Elenco Estable

FORMACION ARTÍSTICA EN TEATRO
EN JUJUY AL ALCANCE DE TU MANO... HOY!!!

lunes, 2 de junio de 2008

HISTORIA DE LA ESCUELA...

HISTORIA DE LA ESCUELA
Comenzaba el año 1999 estaba en estudio y trabajo el proyecto de creación de una escuela para la formación artística de niños y jóvenes en el quehacer teatral, entre los iniciadores de esta idea estaba el actor y director Alberto Damián “Tito” Guerra, ahora desaparecido físicamente, la Profesora Liliana Moreno de Fulla
na (actual directora de la Escuela ) y el Profesor Américo Bermúdez, Coordinador de Regímenes Especiales y Educación No Formal del Ministerio de Educación de la Provincia .Llevaba mucho tiempo este anhelo de tener en nuestra provincia una escuela de teatro, cuando se comenzó a esbozar la idea, el destino jugó una mala pasada, fallece “Tito”.La Prof. Liliana Moreno de Fullana realiza el Diseño de la Escuela con la colaboración de la Prof. Valentina Mamaní (responsable del área Artística de Reg. Especiales) con la Supervisión del Coordinador de Regímenes Especiales y Educ.- No Formal, Prof. Américo Bermúdez y de Buenos Aires, la Lic. Stella Maris Muiño de Britos.En junio se hizo la convocatoria para la inscripción de profesores que compondrían el plantel docente. La selección se concretó con un tribunal conformado por La responsable del Area Artística, el departamento, el equipo Pedagógico y la Prof. Liliana Moreno de Fullana.La escuela funcionaría en un principio en un edificio lindante al Colegio Nacional N° 1 en Av. Urquiza esquina Gorriti, frente a la vieja Estación de trenes, pero esto no tuvo éxito entonces se buscó otro lugar, es así como surge el edificio de Vía y Obras, que en ese tiempo lo ocupaba en el turno de la mañana” la Escuela “El Chingo”, nivel primario y una oficina el P.R.I.S.E. del Ministerio de Educación de la Provincia que recepcionaba, analizaba y evaluaba proyectos educativos.A fines del mes de julio se lanzo la convocatoria para inscripciones de alumnos mediante partes de prensa, es así que durante la primera semana del mes de julio se habilitan planillas para tales efectos en oficinas del Departamento de Artística de Regímenes Especiales y en el mismo edificio de Vía y Obras. Los inscriptos superaron los ciento veinte y con la denominación de Escuela Taller Provincial de Teatro Infanto Juvenil “Tito Guerra” una fresca pero soleada tarde de un Viernes 27 de Agosto de 1999, con la presencia de algunas personalidades del ámbito artístico , autoridades de la dirigencia política de ese entonces, familiares, amigos y alumnos se procedió a la tan esperada inauguración.Las clases comenzaron efectivamente el 02 de Septiembre.

entrevistas a nuestros docentes Parte III

Carolina Gómez - docente de la cátedra “laboratorio de experimentación corporal”

Laura: -“¿Estuviste en la Escuela desde que se formó?
Carolina: -“Sí”
Laura: -“¿Quiénes estaban?”
Carolina: -“A ver si no me olvido de ninguno, estaba el Buby López, Rubén Fleita, Silvina Montesino, yo, en secretaría Mario, no me acuerdo ahora”
Laura: -“¿Fue una convocatoria, cómo fue que se juntaron?”
Carolina: -“Esto lo venía manejando ya Liliana; Liliana estaba como directora, creería que con el propio Tito Guerra antes de que se vaya, Valentina Mamaní, bueno había todo un equipo ahí. Llamaron a inscribirnos como docentes en el consejo de educación y ahí se hizo la elección por puntaje de los docentes. A mí me llamaron a casa y me avisaron que el “profe” que estaba antes que yo, por puntaje, no había tomado todas las horas así que quedaba un paquete de, creo, ocho horas, y que me presentara acá. Ah, estaba Dante Quispe, porque me acuerdo que cuando llegué, el que te recibía en la puerta era Quispe, y el te decía más o menos como empezar. Empezamos un 1 de septiembre, y no había portero, creo que Josefina Mamaní también estaba, no me acuerdo si la Gaby Bertolone, era el año noventa y nueve, y empezamos, medio raro empezar en septiembre.”
Laura: -“¿Con qué empezaron?”
Carolina: -“Comenzamos con Formación Temprana, o sea grupos de niños, y había un grupo de adolescentes, pero dentro de un taller, no estaba lo que es ahora el TAP (Trayecto Artístico Profesional), estaban todos mezclados. Los chicos de Formación Temprana tenían doble turno, venían desde las dos y media hasta las cinco y veinte, y a esa hora entraba el segundo turno, hasta cerca de las ocho de la noche y en ese ínterin, también estaban los adolescentes en clases. Los “profes” circulaban por módulos en distintos grupos, o de niños o de adolescentes (de adolescentes había un solo grupo), que fueron los primeros egresados; y cuando se abrió la Escuela se recibieron ellos, algunos de ellos, que empezaron en este taller de adolescentes terminaron la primera promoción.”
Laura: -“Sabes cómo eligieron el lugar”
Carolina: -“No eso pasó por directivos. A nosotros directamente nos llamaron que nos presentemos acá, es más yo no sabía donde venía, soy jujeña de toda la vida y no sabía dónde era el edificio. Me dijeron el edificio Vía y Obra y yo no tenía la más pálida idea. Hasta que preguntando, preguntando, llegué y me di con Dante, que ya lo conocía, entonces fue él el que me guió. Nosotros no sabemos eso de cómo eligieron el lugar.”
Laura: -“¿El edificio estaba armado para que haya una Escuela de Teatro?”
Carolina: -“No, en el lugar estaba dando clases un nivel secundario a la mañana, y a la tarde no había nadie. Esta Escuela, que es la Escuela el Chingo, que ya le dieron su edificio propio, daba clases acá; entonces todas las aulas tenían pupitres, bancos, sillas. Y eso nos molestaba, entonces a las dos de la tarde nos juntábamos para sacar todo, y amontonarlo en un solo rincón para poder dar clases. No estaba Juan, no había un portero que nos ayude. Mario, entró como administrativo, pero hizo medio de portero hasta que entro Juan. Estuvimos mucho tiempo limpiando, corriendo bancos; y después al salir tenías que dejar todo como estaba, tenías que otra vez juntar todo, tenías que saber qué cantidad de sillas había en la sala grande o en la otra, y dejar todo más o menos como estaba.”

Nosotros teníamos que traer todo
Laura: -“Conociste a Tito Guerra o sabes quién era.”
Carolina: -“No lo conocí personalmente, no lo conocí hasta entrar a la Escuela y ver su nombre. Después uno empieza a preguntar quién era, y empezás a darte cuenta de que él trabajaba desde hace un montón de tiempo en lo que era el Teatro en Jujuy, en el ramal. Se que era un director de teatro reconocido en Jujuy, muy querido por la gente del ambiente, pero más de él no se. Por ahí, una que otra obra he visto en un video. Que sé que en su elenco estuvo Dante, y gente que después conoces y te enterás que fue parte de su grupo de teatro; porque tenía un grupo de teatro independiente. Pero no lo pude conocer a él, lo conozco por fotos y muy poco sé de su vida.”
Laura: -“¿Qué esperanza tenés en la Escuela de acá en más?”
Carolina: -“En ese momento uno entró a la Escuela con la ilusión de que la Escuela crezca. De que así como existe un Conservatorio de Música y otro de Danza, se pusiera fuerte el de Teatro. Yo no soy de teatro, pero la “expresión corporal” es muy importante en lo que es la formación de un actor. Me empecé a empapar del Teatro acá, y le agarré un cariño especial. Y la esperanza es verla crecer a la Escuela, que creo que lo logró. Porque ahora ya tiene su Nivel Básico, su fuerte base en Formación Temprana con los niños, ahora lograron reabrir la Tecnicatura Superior que estuvo parada tanto tiempo. Y bueno, yo creo que la Escuela, sí está creciendo; pero todavía le falta más difusión, que la conozcan lo medios de Jujuy. Hay gente que vos le decís la Escuela de Teatro, y te dicen dónde es eso, o qué es eso; y ya tiene casi diez años en Jujuy, y todavía hay gente que no sabe de esto. En cambio hablás de Danza o de Conservatorio de Música y todo el mundo sabe. Y bue… también nos llevan un trayecto de años mucho más largo. Así que calculo que con el tiempo esto va a seguir. Lo que me preocupa acá es la deserción de los adolescentes, es como que llegan ilusionados y de repente, aflojan en las materias de sus escuelas (porque es lo que siempre me dicen los chicos), y el papá los saca de teatro, terminan dejando; y el segundo año pasamos con mucha menos cantidad de alumnos, y eso me preocupa un poco. Pero yo creo que la Escuela está creciendo y está logrando cosas, y de a poquito estamos avanzando. Ojalá siga así… ojalá.”

entrevistas a nuestros docentes Parte II

Rubén Fleita - docente de la cátedra “lenguaje teatral”

Laura: -“Decime Rubén, vos fuiste uno de los formadores de la Escuela o te convocaron después, cómo fué?
Rubén: -“Sí, en ese tiempo fue bastante particular. En realidad sí se hizo una convocatoria. Se hace una convocatoria, pero también estaba ya, en las pequeñas conversaciones, esto de crear una Escuela. Entonces, hubo una primera parte informal, y después, otra formal de convocatoria para construir la Escuela, que ya se venía gestando desde charlas previas, con Tito Guerra incluido. Llego yo, por el año 98´, y estaban pensando hacer esta Escuela, y con el fallecimiento del “Tito” se hace una convocatoria mucho más formal.
Laura: -“¿Quiénes estaban en esa primera etapa?
Rubén: -“Incluido estaban, allá a lo lejos, Tito Guerra, Edmundo Adfora, la directora actual, Liliana Moreno, Valentina Mamaní, había varios enlaces. Estaba como estas ganas de crear una Escuela y darle forma; y se aceleran los pasos, con el fallecimiento de “Tito”, ¿no? Es como que un gestor de tantos años, de estos precursores que estaban tratando de darle forma al Teatro dentro de una didáctica, fallece; y bueno ahí, se aceleran los tiempos y se empieza a instrumentar la Escuela, a través, de una Liliana, de una Valentina, teniendo en cuenta el área pedagógica.”
Laura: -“Contame cómo armaron la Escuela.”
Rubén: -“Y… la Escuela se armó como se pudo. No se contaba inclusive, con antecedentes en la provincia a nivel educación, así que se fue gestando con las herramientas que pudimos, desde las ganas. Fue muy pasional en el inicio, en el comienzo. Teníamos una figura que medianamente nos contenía, ahí por regímenes especiales, pero el empuje del plantel… Se dieron muchas coincidencias, alguna gente de afuera que estaba llegando inclusive. Yo venía recién egresado de Tucumán, tenía una experiencia en el Chaco de creación de un grupo y de un galpón, el primer galpón en Sáenz Peña donde se implementaba el Teatro. Y llego acá y me encuentro con gente también creando, gente de Córdoba; en ese tiempo también estaba Silvina Montesino que había llegando; habían otros hacedores que ya estaban, como Dante Quispe, que también integra la Escuela; Carolina Gómez, que venía de acá de Jujuy. Bueno había algunas personas que habían llegado y otras que estaban, nos encontramos en ese tiempo, con esa pasión, con esas ganas de darle una forma a esto… Y se largó, con los recursos mínimos.
Empezamos con este predio en Vía y Obra, un espacio que habíamos conseguido y no teníamos “nada”, no teníamos ni portero; así que las inscripciones fueron hechas por los profesores, la limpieza también la hacíamos nosotros. Teníamos muy pocos materiales, así que hacíamos un poco de preceptor, de profesor, de ordenanza; de todo un poco, para inscribir y convocar a la gente. Así que en ese tiempo fue un costo, pero un costo menor, porque la pasión estaba mucho más arriba que ese seudosacrificio, de resignar tiempos personales, para darle forma a lo que es hoy esta Escuela.”
Laura: -“¿Ustedes pintaron, limpiaron?”
Rubén: -“Sí, más o menos el edificio estaba.”
Laura: -“¿Y que había en el edificio?
Rubén: -“En el edificio no había “nada” (risas). Había unas sillas viejas. Había un espacio que teníamos que darle forma. Si bien las instalaciones no estaban decaídas y contaba con espacios ocupables, sí tuvimos que ponerle un poquito de impronta porque, tuvimos que adecuar los espacios físicos que eran antes oficinas, de este Vía y Obra que era antes del ferrocarril; y transformarlas en aulas. En ese tiempo la matrícula fue creciendo, mes tras mes, y bueno… empezamos a tener niños, después adolescentes, después talleres de adultos.
Laura: -“Empezaron con Formación Temprana.”
Rubén: -“Empezamos con Formación Temprana, y también empezamos con la Tecnicatura para adolescentes, que se estaba gestado. Los espacios estaban divididos por edades, pero todavía no estaba marcado este TAP, este trayecto específico. Así que fuimos agarrando como pudimos, distribuimos las aulas, aulas pequeñas, fuimos dándole forma. Una forma estructural educativa, pedagógica; pero también con mucho acto creativo en todo, ¿no? Desde el funcionamiento administrativo, no solamente áulico en la didáctica como profesores, sino que le fuimos dando toda una forma, una impronta.
En definitiva, siempre nosotros rescatamos la parte positiva; como era todo nuevo, eso nos agilizó para hacer una Escuela con un perfil propio. Absorber las formalidades de una manera, pero también muy informal en cuanto a la relación alumno-docente, padre-docente, con la comunidad inclusive. Esta informalidad nos allanó muchas cosas y eso es crear. Cuando se crea hay muy pocas referencias.
Tenemos una Escuela de Danzas y una de Música, que nos lleva años trabajando. Y pudimos copiar algunas cosas, otras cosas las absorbimos desde la construcción, desde asimilarnos o darnos un perfil similar. Pero “mucho” acto creativo. Y eso nos facilitó lo que hoy mantiene la “Tito Guerra”, que es un espacio un poquito distinto de las otras Escuelas Artísticas.”
Laura: -“¿Por que se decidió ponerle “Tito Guerra”?”
Rubén: -“Y era inminente. Digamos, había una historia en Jujuy con muchos hacedores en vida y otros fallecidos, pero creo que todos los que estábamos en la Escuela, coincidíamos con el hacer de Tito Guerra, con su parte ideológica, con su parte humana. Si bien fue fuerte para nosotros que uno de los integrantes de la creación de la Escuela, haya fallecido en ese momento, justo cuando se estaba gestando; creo que toda la comunidad de Jujuy coincidía con una Escuela que estaba naciendo, y un hacedor como era Tito Guerra, no solo para Jujuy, sino para muchas partes del país, inclusive Bolivia, Perú. Había un perfil que por ahí sería oportuno revisar, de cuál es la trayectoria de Tito Guerra en Jujuy, su hacer, inclusive su forma de pensar el teatro en esta región. Porque no es eso, como quedó por ahí, entre comillas, que lo que hacía Tito era un teatro regional, un teatro con la impronta jujeña. Yo creo que tenía otra mirada, que creo sería muy lindo revisarla ahora. Porque no se trata solamente de un regionalismo en el hacer teatro, yo creo que tenía una teatralidad que él había visto, citando esto “estar siendo” como decía él, que había ya una preteatralidad en todo Jujuy. Por eso a mí me parece muy oportuno que Tito Guerra sea quien perdure a través de una institución, de una Escuela de teatro acá, con las características que tiene.”
Laura: -“¿Qué esperas de la Escuela, o qué esperaste siempre?”
Rubén: -“Si, siempre esperé que la Escuela sea reconocida en todas otras cosas que por ahí le faltan. El teatro, si bien no es una cuestión masiva, con estos términos de popularidad, creo que es una construcción, un espacio; y que siga funcionando, es lo que sigo esperando. Me ausenté tres años en la Escuela, en este año, 2008 estoy volviendo a trabajar, es una construcción lenta; pero una de las características que a mí me gustaría que siga teniendo la Escuela de teatro, es la de ser formador de artistas, ¿no? Más allá que sea un TAP, que los niños trabajen con el juego dramático, y que sean inicios, lo mismo que para los adolescentes, que tengas las herramientas esenciales para formarse; yo creo que las características, y lo que rescato de la Escuela, y sigo esperando, es que siga formando a adolescentes y niños, con una actitud crítica frente a la cultura, a lo cultural, a lo que tiene Jujuy (que es fuerte la cultura en Jujuy). Y los egresados, los que han podido pasar por la Escuela, incluidos los talleres de adultos, más allá de las técnicas teatrales; lo que siempre generó como un perfil muy fuerte la Escuela, es que lo hace de un punto de vista artístico, tomar el arte como un espacio de relación social, cultural, incluido políticamente. Cómo se inserta el arte y cómo los adolescentes y niños, y los que pasan en talleres por acá, para hacer sus primeros inicios; tienen una mirada artística, ¿no? Esto de ver al teatro no solamente como una especialidad, o como un espacio de hacer específicamente teatral, sino “artístico”. Es decir, esta mirada que está enlazada al quehacer cultural de una provincia, cómo un pueblo se ve culturalmente a través del teatro. En este caso, el perfil que tiene, y viene así a colación, la experiencia que tenemos, de que hay muchos adolescentes egresados del TAP, que siguieron una carrera para profesionalizar esta mirada del teatro. No es casual que ese ímpetu, esas ganas, ese deseo de seguir en el arte, es también una impronta de la Escuela. Así como la facultad de ciencias económicas forma contadores, así como algunas secundarías, forman con un perfil, con una mirada para continuar sus estudios; la Escuela de Teatro también da una impronta como para que el arte perdure, profesionalice y tome la bandera del teatro como realmente una profesión y como un quehacer de vida. Eso me gustaría, y eso querría.”